viernes, 6 de noviembre de 2009

Comunicación sobre el fin de los días


El fin de los dias.

Como a eso de las 4:00am del día 28 de noviembre del año en curso, se escucha el sonido de una auto frente a la casa vecina, se escucha gente saliendo y tocando fuerte la puerta, se escucha, se escucha murmullos, sollozos, un poco de silencio y parte el automóvil, parece extraño lo acontecido, así se queda, cuando amanece el nuevo día siendo temprano en la mañana, sale a la puerta de la casa vecina un primo y nos menciona mi madre se la llevaron al Hospital, pasa una mala noche esperemos en Dios que se reponga y podamos poder verla volver. Un silencio no mas queda tratando de tener empatía con el sufrimiento, que solo alguien que lo haya pasado puede comprender, así paso el día miércoles, se consulta con mis primos como sigue mi tía, aun está mal, sigue en el intensivo. Por fortuna, si se puede utilizar el término mi cuñada (refiriéndose a la esposa de mi hermano), puede ir a verla ya que es enfermera del Hospital, ella si puede entrar y salir, ya que a los familiares no se lo permiten por lo delicado de salud que se encuentra. Ella si nos puede informar de mejor manera de su estado. Mis primos se comienzan a reunir en la casa, tratando de fortalecerse, la duda está en el ambiente, no sabemos cómo sigue, pero el sábado si podremos ir a verla.


Pasa el jueves, sigue el viernes y por fin llega el sábado, con angustia se acercan al hospital, ya mi cuñada ha estado observando a mi tía y les ha trasmitido de alguna manera aliento, ya que la ha visto progresar, según les relata cada vez que platican con mi cuñada. Se llega la hora de visita y para sorpresa de ellos, solamente una persona puede ingresar y solo una a la vez. Al final solamente uno de mis primos logra verla ya que los demás no pudieron hacerlo, la visita solo dura una hora, se van nuevamente con esperanza de poder verla salir y recuperarse, ya que no es la primera vez que les sucede; a pesar que los doctores han sido francos al decirles que no hay mucha esperanza. Un día mas y sucede lo inesperado, mi cuñada esta en el hospital el 1 de noviembre de turno y mis primos le solicitan por favor ir a verla para saber su estado, como a eso de las 11:00 se presenta en la sala donde se encuentra mi tía, su sorpresa es que ya no está allí, la tienen en el intensivo nuevamente, su estado empeoro, las transfusiones ya no dan los mismos resultados, después de transcurrida una hora mi cuñada regresa a la sala donde estaba recluida, su sorpresa fue que ya no estaba en el intensivo, ni tampoco en la sala, por lo que dedujo que al final el Señor había solicitado su Alma. Su vida, sus días, sus alegrías, sus sinsabores habían concluido en esta tierra.

De inmediato le avisa a mi hermano para que él sea quien les transmita la noticia a mis primos y primas. La noticia comienza a transmitirse verbalmente o telefónicamente, hasta que siendo las 2 de la tarde aproximadamente la mayoría ya estábamos enterada de lo acontecido. Lamentos y recuerdos, anécdotas y demás pasan por nuestras mentes, nuestra Tía ya había partido.


Se realizo el velorio en una casa cercana de donde vivió por más de 77 años, hermanos, amigos y familiares nos hacemos presentes y damos la condolencias a su familia y amigos. Llega el momento de despedirnos del cuerpo, la lluvia cae, los carros caminan lentos como tratando de no llegar a su destino final, y aproximadamente a las 4 de la tarde del 2 de noviembre llega la caravana al cementerio general, no hubo llanto, no hubo canciones de despedida, todo quedo en silencio mientras el cuerpo de mi tía estaba siendo puesta en su lugar final. Adiós tía Laura descanse en paz.

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